Ronaldo Muñoz sscc. "teologo marginal"

Este martes 15 de diciembre recién pasado falleció el teologo chileno Ronaldo Muñoz, religioso y sacerdote de los Sagrados Corazones. Más allá de su obra teológica y de su trabajo entre los pobres de nuestro país ("teologo marginal" lo llamaron). Queda entre quienes lo conocimos un sentimiento de gratitud, de saber que estuvimos con un hombre valiente, de profundas convicciones evangélicas. Que todo aquello que predicaba y escribía lo hacía vida en su estilo sencillo y cercano.
Conocí a Ronaldo en Valdivia, cuando comenzaba mis estudios de teología en san José de la Mariquina, él llegó a integrar la comunidad de Rio Bueno. Pude participar en los cursos de la Escuela de verano de la diócesis: recuerdo sus apuntes hechos a mano (con una caligrafía excelente), su voz tranquila, pero firme en sus ideas e ideales, esas aulas llenas. Todos comentado sus apreciaciones sobre la Iglesia, la cual tanto amó y de la cuál quería más cercana al evangelio de Jesús. Y el maestro Jesús, su gran pasión, su vida. Con que fuerzas hablabas del Señor, con que emoción, con tanto amor. Yo un joven seminarista ví mi corazón estremecido por esas lecciones de teología, y digamoslo de Teología de la Liberación, tan cuestionada todavía por aquellos que no la conocen y que la miran con ojos politizados y sesgados. Quienes escuchamos a Ronaldo, nunca sentimos un ataque ni a la Iglesia, ni a los obispos, ni al Papa ("nuestro Juan Pablo" decía por el Papa Juan Pablo II). No había violencia, ni resentimiento. Pero sí había denuncia profética, sí mostraba aquello que no era del evangelio, que debe ser la guía de ruta de la Iglesia, sí era fuerte contra aquellos que violentaron a los pequeños, a los débiles, a los pobres. Contra los opresores y torturadores, contra los que quitan la libertad y la dignidad a la gente. Contra un sistema económico que embrutece, deshumaniza y privilegia a unos pocos en desmedro de una inmensa mayoría de pobres, porque eso no es el plan de Dios, ni su Reino.
Doy gracias a Dios, porque te conocí porque hablamos tantas veces, porque compartimos sueños e ideales, junto a mis compañeros de seminario de esos años: Héctor, Fernando, Cristián. Porque estuviste en el día de mi ordenación sacerdotal, y no olvido aquello que me dijiste en el momento del abrazo de paz: "Carlos...hermano de Jesús, hermano de los pobres", ahí se resume todo tu proyecto de vida, y que ese día compartias conmigo y me regalabas. Y de lo cual me siento ahora comprometido. Después de mi ordenación diaconal me dijiste: "no te olvides, que aunque después te ordenen cura...nunca dejarás de ser servidor".
Ronaldo, religioso y sacerdote, teologo de la liberación, pero por sobre todo compañero de camino y amigo, cristiano consecuente, profeta de Dios para tu pueblo. Gracias por compartir tu vida con tantos y tantas, por ser ejemplo de fidelidad al Señor. Descansa en paz.