viernes, 18 de junio de 2010

Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?


Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,18-24):

Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?»

Ellos contestaron: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.»

Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»

Pedro tomó la palabra y dijo: «El Mesías de Dios.»

Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.»

Y, dirigiéndose a todos, dijo: «El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.»
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En los evangelios encontramos varias preguntas de Jesús, o sobre su persona. La del evangelio de este domingo es una de las preguntas esenciales, porque tiene relación con la persona misma del Señor, sobre su identidad, sobre el conocimiento de quién es él. Es la pregunta esencial para nosotros.

La pregunta Jesús la dirige a sus discípulos, pero para saber que dice la gente sobre él. Las respuestas son fáciles, sin mucha reflexión: Juan Bautista, Elías, algún profeta antiguo. No hay mucha claridad en las respuestas, ni tampoco mucha profundidad, más bien buscando responder a un acontecimiento (de "moda", o noticioso de la época), pero no a una real experiencia de encuentro con Jesús.

Por eso la segunda pregunta es más personal, va dirigida a los discípulos, a aquellos que están más cerca de él, que ya han compartido con él, que ya han salido en misión en su nombre, han predicado el reino de Dios, y han curado enfermos, a ellos que están presentes mientras está orando, como dice el comienzo del párrafo del evangelio que estamos comentando. Una vez más es Pedro quien responde -en forma personal, pero también del grupo- en forma correcta: "tú eres el Mesías de Dios". La respuesta de Pedro es conocida como la Profesión de fe Pedro y está atestiguada en todos los evangelios, por la importancia del hecho.

Pero más allá de la respuesta "intelectualmente" correcta de Pedro, necesitamos no sólo saber mucho sobre Jesús, lo cual es ciertamente una base, sino que tener una experiencia de Jesucristo, que requiere "conocer" quién es Jesús, para no quedarse en un mero sentimiento, pero que requiere de todo nuestro ser. En este sentido podemos plantearnos también nosotros la pregunta: ¿quién es Jesús para mí?, ¿qué representa en mi vida?, ¿qué significa ser cristiano?.

Tenemos que tener el valor de colocarnos de frente a la Palabra de Dios, y confrontarnos con ella y sentirnos interpelados por ella, para que pueda transformar nuestra vida, de manera de llegar a ser verdaderos discípulos suyos: El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. El ser discípulo de Jesús es un real compromiso con él y con el mundo, por eso es que no basta con la simple proclamación de la fe, ésta tiene que hacerse efectiva en la vida cotidiana. Que el Señor nos guíe siempre por su camino.

Buen domingo




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