jueves, 29 de julio de 2010

La vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas






Evangelio según San Lucas 12,13-21.

Uno de la multitud le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia".
Jesús le respondió: "Amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes?".

Después les dijo: "Cuídense de toda avaricia, porque aún en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas".

Les dijo entonces una parábola: "Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho,
y se preguntaba a sí mismo: '¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha'.
Después pensó: 'Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida'.
Pero Dios le dijo: 'Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?'.

Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios".
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Nuevamente la intervención de una persona que se encuentra escuchando a Jesús, provoca la reacción y la enseñanza del maestro a través de parábolas. En esta oportunidad será un llamado a estar atentos a caer en la codicia, sino que estar centrados en el reino de Dios.

Un hombre pide a Jesús que sea juez con su hermano para dividir una herencia, pero él se rehúsa a hacerlo porque el que pide esto, es con fines egoístas y no para compartir como contemplaba la legislación de ese tiempo. Esto no es del reino de Dios, Jesús no ha venido a "dividir" en este sentido. Por eso la respuesta negativa que dirige al hombre que le hace el requerimiento.

Pero esto da pie, para que le dé una enseñanza a sus discípulos, ahora ya no sólo responde al hombre, sino que se dirige a ellos: cuidense de toda avaricia es la recomendación que hace, porque la vida del hombre no está asegurada por las riquezas, este es el centro de nuestro texto, es la clave de interpretación, es el mensaje que se nos quiere entregar.

Jesús cuenta una parábola para especificar aquella enseñanaza que acaba de hacer. Un hombre rico -es interesante el comienzo de la parábola porque ya indica que este hombre parte de una condición de abundancia- tiene un buen año de cosechas y tiene muchas ganancias. Hasta aquí todo va bien, no es malo ni ser rico, ni que sus tierras hayan producido mucho. Pero ¿qué hacer con esta ganancia?, el hombre tiene un monólogo, habla consigo mismo, sus pensamientos circulan en torno a sí mismo y de su propiedad, he aquí el origen del problema del hombre, su incapacidad de pensar e ir más allá de sus propias narices, piensa sólo en él. Es significativo este detalle en la parábola, el hombre no habla con nadie, ni siquiera con Dios, su referencia es sólo él mismo.

Decide derribar sus graneros y hacer unos más grandes para acumular aquello que ha producido de más. Y entonces cree haber alcanzado el ideal, la meta de toda su vida, que se aprecia en los verbos que ocupa: descansar, comer, beber y darse la buena vida. Según el profeta Isaías es el ideal de los que han olvidado a Dios (Is 22, 12-14). La respuesta de Dios no se deja esperar: esta misma noche vas a morir, ¿para quién será lo que has amontonado? (no es lo mismo guardar que amontonar).

El hombre que pide a Jesús que sea mediador con su hermano, no quiere compartir fraternalmente, como tampoco el hombre de la parábola. Los bienes han sido dados por Dios para ser compartidos y repartidos con justicia e igualdad para todos. Por eso es un pecado social la injusta y homicida desigualdad en nuestro mundo que condena a millones de hermanos nuestros a morir de hambre, por una arbitraria forma de repartir los bienes de la tierra, y porque en muchas partes se almacena e incluso se bota lo que sobra en desmedro de los demás.



1 comentario:

  1. JESUS,es un experto comunicador,verdadero politico,y un artista maravilloso, ya que expone el problema y lo manipula tan hermosamente que toma al receptor,y lo hace protagonista de la obra, parte diseñando el espacio,da parametros y sutilmente pero poderosa es la entrega final.
    Si todos pudiesemos encontrar las palabras precisas en el tiempo preciso y la intencionalidad adecuada, estoy segura que no tendriamos la problematica de comunicacion k en estos "TIEMPOS DIFICILES"tenemos. Entonces despertemos ya es tiempo de AMAR, ayudarnos, ser fieles hijos de DIOS creador.
    saludos querido hermano Carlos
    Nano, Miny,hijos y (jiji)nietos,Martin y Josefa. "BENDICIONES"

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