jueves, 12 de agosto de 2010

Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes


Evangelio según San Lucas 1,39-56.

En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?. Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".
María dijo entonces:
"Mi alma canta la grandeza del Señor,
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen.
Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre". María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.
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Este domingo coincide con la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, por lo que las lecturas son las de la festividad de la Virgen. El evangelio de Lucas, presenta el conocido relato de la visita de María a su prima Isabel que está embarazada, esperando a su hijo Juan Bautista. Tras el saludo de María y la reacción de Isabel, la Virgen pronuncia un himno de alabanza que tradicionalmente se ha conocido con su nombre latino Magnificat.

Nos centraremos en el texto del Magnificat que podemos dividir en dos partes, una primera parte de alabanza en que María ensalza a Dios, por su poder y su santidad, porque a pesar de esto a mirado la humildad de su esclava, Él que es Todo se fija en la "nada" de su sierva y esto la hace estremecer de alegría y de gozo, tal y como lo había hecho la criatura en el vientre de Isabel y que la había hecho profetizar al comienzo del relato, movida e inspirada por el Espíritu Santo habló y bendijó a María y a su Hijo Jesús. Solamente las personas que se entregan totalmente y desde su pobreza a Dios, son capaces de interpretar los signos de los tiempos que el Señor realiza en medio de su pueblo.

En una segunda parte del Magnificat se relatan las maravillas que Dios ha realizado con su pueblo Israel, por la misericordia que ha tenido con ellos. El himno de María es la guía de ruta de todo el evangelio de Lucas, el cambio de todas las realidades: los poderosos caen de sus tronos, los humildes son elevados, los hambrientos son colmados de bienes, mientras los ricos son despedidos vacíos. Este cambio evangélico se verá patente en las bienaventuranzas y malaventuranzas de Lc 6,20-26. En María, Dios hace memoria de todo lo hecho por su pueblo y enaltece a toda la humanidad que será redimida en Cristo, que con su Pasión, Muerte y Resurrección trae la salvación.

María es la primera bienaventurada, la primera redimida, este es el sentido más profundo de la fiesta que celebramos el 15 de agosto. María asunta al cielo, es signo de todos los pobres y humillados de la historia, que han sido elevados. De todos los fieles que humildemente se han puesto en las manos de Dios por años de años, de todos aquellos que han quedado al reverso de la historia postergados por los poderosos del mundo. Por eso recordar el "Tránsito" de María de la tierra al cielo, no es un mero hecho teológico-histórico, sólo para ser admirado de lejos, como algo que no nos alcanza. Por el contrario es celebrar la Victoria de una humilde campesina que creyó en las promesas del Dios de la Esperanza, y en ella, podemos decir, se reúne toda la historia de Israel, y por la misericordia de Dios se produce la salvación del mundo.

Buen Domingo y fiesta del Tránsito
(A todas las parroquias bajo esta advocación, especialmente: Corral - Chile y Benaguasil-España)

1 comentario:

  1. Hola Padre Carlos Martínez,buscando su correo he llegado a este espacio ya que mí experiencia es limitada
    en cuanto a la técnologia,pero estoy aprendiendo.
    Mí apreciación personal sobre lo que he leido en cuanto a la Palabra de Dios,vuestras enseñanzas y meditaciones me ayudan a descubrir y saber confrontar mí propía vida,en lo personal,en la
    vida de familia,en la comunidad,donde se comparte una y otra vés,buscando siempre estar en la GRACIA Y EL AMOR de DIOS PADRE QUE NOS A CREADO Y ENTREGADO A SU HIJO JESUCRISTO NUESTRO SALVADOR que nos dice ante nada " BUSCA PRIMERO EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA Y TODO LO DEMÁS VENDRÁ POR AÑADIDURA " Isabel Garay. ¡DE COLORES SE VIVE MEJOR !

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