jueves, 10 de marzo de 2011

JESÚS NUESTRO MODELO


Evangelio según San Mateo 4,1-11.

Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. Después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, sintió hambre.

Y el tentador, acercándose, le dijo: "Si tú eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes". Jesús le respondió: "Está escrito: El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios".

Luego el demonio llevó a Jesús a la Ciudad santa y lo puso en la parte más alta del Templo, diciéndole: "Si tú eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Dios dará órdenes a sus ángeles, y ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra". Jesús le respondió: "También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios".

El demonio lo llevó luego a una montaña muy alta; desde allí le hizo ver todos los reinos del mundo con todo su esplendor, y le dijo: "Te daré todo esto, si te postras para adorarme". Jesús le respondió: "Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto".

Entonces el demonio lo dejó, y unos ángeles se acercaron para servirlo.
______________________________________________________________________

El miércoles recién pasado comenzó la Cuaresma, con la celebración de Cenizas, en donde con el signo de la ceniza en nuestra cabeza, se nos ha recordado la necesidad permanente de conversión y de creer en Jesucristo y en su evangelio. La Cuaresma es un tiempo de cuarenta días que recuerdan los cuarenta dias de ayuno que hizo Jesús en el desierto impulsado por el Espíritu.

El relato de las tentaciones de Jesús en el desierto, que aparecen en el evangelio de Mateo, son las tradicionales y más conocidas: la de convertir las piedras en pan; la de lanzarse al vacío, esperando que los ángeles lo salven; y la tentación de la riqueza y de dominio.

Una vez más la actitud de Jesús nos ayuda a nosotros en nuestro propio camino espiritual. ¿qué hacer frente a las tentaciones?, ¿cuáles son nuestras propias tentaciones?, y finalmente, ¿qué hizo Jesús ante las tentaciones?. Antes de responder a esta última pregunta, es importante hacer notar que Jesús se muestra dispuesto a aceptar las tentaciones, como dice el texto del evangelio: fue llevado por el Espíritu al desierto, en donde es tentado por el demonio. Jesús se deja llevar por el Espíritu, porque es un hombre libre y por lo tanto disponible a la voluntad de Dios, aunque esto signifique ir al desierto.

Ahora, ¿Cómo afronta las tentaciones?, aunque viene cierto que ante cada tentación tiene una respuesta distinta, las tres tienen un denominador común: “está escrito”, su respuesta está fundamentada en la misma Palabra de Dios: “no sólo de pan vive el hombre”, “no tentarás al Señor”, “Adorarás al Señor”. Más allá de los textos bíblicos -porque también el Diablo cita un texto bíblico- la clave está en el proyecto de vida en Dios, que Jesús tiene y nos propone, esto es lo principal: aferrarse a Dios y su Palabra, lo demás vendrá por añadidura. No sacamos nada desgastarnos de luchar frente a cada una de las tentaciones a la vez, lo importante es estar unidos a Dios, Él nos dará la fuerza y la sabiduría para afrontar cada uno de nuestras tentaciones y problemas.

Que este tiempo de Cuaresma que se inicia, como preparación a la Semana Santa, sea un tiempo de unirnos al Señor en la oración, y en la lectura de la Biblia, y que nuestra solidaridad activa sea signo de ese encuentro con Él.


1 comentario:

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: Preparación a la Navidad en tres actos. Domingo 3º...

EL EVANGELIO DEL DOMINGO: Preparación a la Navidad en tres actos. Domingo 3º... :     Yo soy la voz que clama en el desierto. La liturgia ...