viernes, 16 de diciembre de 2011

Alegría y Confianza


Evangelio según San Lucas 1,26-38.

En el sexto mes, el Angel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.

El Angel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo".

Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.
Pero el Angel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin".

María dijo al Angel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?". El Angel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios".

María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y el Angel se alejó.
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El cuarto domingo de adviento, nos indica la proximidad a la Fiesta del nacimiento de Jesús. El evangelio de Lucas, propuesto por la liturgia dominical, nos recuerda el anuncio del Ángel Gabriel a María de que será la madre del redentor.

El primer saludo del Ángel a María, es una invitación a la alegría: “alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. La presencia de Dios es siempre de alegría y no de miedo, angustia, ni sumisión. El Dios de Jesucristo es un Dios de libertad y de amor, y por eso nos llena de profunda y sincera felicidad. El camino del Señor es un camino de felicidad. Por eso que en el mismo saludo del Ángel ya se contiene esa alegría del anuncio gozoso del nacimiento de Jesús y de la salvación que obtenemos de Él.

Un segunda palabra en boca del Ángel Gabriel nos sirve para nuestra reflexión dominical: “No temas María, porque Dios te ha favorecido”. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, se repite ésta frase: “No temas”, y está ligada normalmente con una presencia de Dios, o de una acción salvífica de Dios. El Señor nos infunde confianza y el saber que Él está cerca, nos da la fuerza para seguir adelante.

Queda una escasa semana para la navidad y serán estos días de muchas preparaciones para estas fiestas. Que en medio de la vorágine mundana en la cual se ha transformado la celebración del nacimiento de Jesús, podamos mantener vivos estas dos actitudes que el Ángel recuerda a María: Alegría y Confianza. Alegres porque nos nace un Salvador en la humildad del pesebre, y confianza frente a tantos miedos y angustias.


1 comentario:

  1. Que lindo mensaje, me hiciste emocionarme... yo no he tenido la alegría de recibir una noticia como esa, pero he aprendido de María a aceptar con humildad la voluntad de Dios y creo que eso me a mantenido sin caer en depresión. Aunque aun conservo la esperanza, muy en el fondo de mi corazón, que pueda suceder algún milagro... Un abrazo para todos

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