sábado, 1 de mayo de 2010

Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros



















Hch 14,21-27; Sal 145(144),8-9.10-11.12-13; Ap 21,1-5; Jn 13,31-33.34-35

Después que Judas salió, Jesús dijo: "Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorificado en él.
Si Dios ha sido glorificado en él, también lo glorificará en sí mismo, y lo hará muy pronto.
Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes. Ustedes me buscarán, pero yo les digo ahora lo mismo que dije a los judíos: 'A donde yo voy, ustedes no pueden venir'.
Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros.
En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros".
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En medio de los largos discursos que Jesús da a sus discípulos, y que nos trasmite el evangelio de Juan, aparece este texto corto, pero tremendamente significativo para la vida de los que somos creyentes en Cristo.

Acaba de salir quien va a traicionar a Jesús, y él sabe que el momento de su glorificación ya se acerca, y así se lo hace saber a sus más cercanos. Por una parte es el momento de partir y en que ya no lo verán, pero por otra les deja el mandamiento más importante, el mandamiento del Amor, que debe ser signo distintivo de los cristianos: "En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros".

Entender este mensaje del Señor es vital para la vida de las comunidades cristianas de hoy, en cada una de las iglesias que profesamos nuestra fe en Cristo. Que mal testimonio damos al mundo, cuando las iglesias cristianas nos criticamos y ofendemos; que difícil es que puedan reconocernos, cuando en el corazón de nuestras comunidades, está la envidia, la ambición y el arribismo. También cuando buscamos escondernos en medio de estructuras y esquemas eclesiales, que debilitan la pureza del mensaje del evangelio.

La Iglesia, hoy está en crisis de identidad, de credibilidad y de santidad. Podemos caer en el la tentación de desanimarnos, y agotarnos, abrumados por los escándalos y problemas o aferrarnos a la estructuras, y escudarnos en una "fe tan firme", que se hace ciega ante la verdad. El mensaje de Jesús es, una vez más, de liberación. El mandamiento del Amor del Señor es una invitación a purificar nuestra fe, a que nuestra vida sea cada día más trasparente y amable, que podamos vivir siempre en la presencia de Dios.

Gracias Señor Jesús, por tu mandamiento liberador del Amor, gracias por tu presencia activa en medio de tu pueblo. Que el Espíritu Santo, que infunde el amor en tus fieles, transforme y renueve a tu esposa, la Iglesia. Amén.

Buen Domingo








1 comentario:

  1. Hola a todos.
    Amar es dar todo lo que tengas,
    Sin esperar que te lo devuelvan.
    Amar es sentir, dar compañía
    En horas de angustia, valorar la vida.
    Amar es saber que me estas oyendo,
    Aunque mis palabras te causen miedo,
    Después de lo dicho, y de que me oíste,
    Querer indagar porque lo dije.
    Amar es saber que somos iguales,
    Amar es tener la misma ilusión,

    Amar es sentir, que aquel que amamos,
    Espera de la vida lo mismo que yo
    SALMOS:
    9:11 Cantad a Jehová, que habita en Sión;
    Publicad entre los pueblos sus obras.

    Hay señales en los números de la Biblia para unir a los hombres, EN EL AMOR DE JESUCRISTO.
    Dios les ven diga a su Monte Santo se SION.

    http://www.taringa.net/posts/info/4303881/se%C3%B1ales-en-los-numeros-de-la-biblia,fin-de-los-tiempos.html

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