En su reciente visita a España (Santiago de Compostella y Barcelona), el Papa Benedicto XVI ha señalado que Dios no es antagonista del hombre y que no lo quiere privar de su libertad. En efecto una de las ideas más difundidas en la actualidad es el pensar que Dios es un Dios que oprime y que sólo busca restringir la vida de los hombres y mujeres. Esto no es así -como lo afirmó el Papa- ya que es Dios mismo el que ha creado al hombre con libertad, como dice san Pablo a los Gálatas: "Para ser libres nos ha liberado Cristo" (5,1), y somos por lo tanto llamados a la libertad (Gál 5,13). Sin embargo, se piensa lo contrario y se ve a la Iglesia como un lugar de sólo prohibiciones.
Esto sucede porque se entiende mal la libertad, y se cae en la "seducción de la serpiente" (Gn 3,1), que no es otra cosa que hacernos creer que Dios es nuestro rival, y que quiere competir con nosotros. "Seréis como dioses" dice la serpiente (Gn 3,5). Historia que se repite en el relato de la torre de Babel (Gn 11). Pero Dios es un Dios que ama la libertad de los hombres, que respeta su decisión y espera nuestra respuesta: Samuel (1Sam 3); Isaías (Is 6,1-8); Jeremías (Jr 1,4-10), María (Lc 1,26-38), y tantos más. Dios nos ha creado libres y nos quieres libres, pero libres de verdad, libres para amar: el amor y la verdad tienen que estar siempre unidas a la libertad. La verdadera libertad nos la da Cristo que es "camino, verdad y vida"(Jn 14,6).
Damos gracias a Dios por la visita del Papa Benedicto a España, por su peregrinación a Santiago de Compostella y la bendición de la iglesia Sagrada Familia de Barcelona, que esto dé un nuevo impulso a los católicos de la madre patria, para que con renovadas fuerzas sigan adelante en su fe.
Esto sucede porque se entiende mal la libertad, y se cae en la "seducción de la serpiente" (Gn 3,1), que no es otra cosa que hacernos creer que Dios es nuestro rival, y que quiere competir con nosotros. "Seréis como dioses" dice la serpiente (Gn 3,5). Historia que se repite en el relato de la torre de Babel (Gn 11). Pero Dios es un Dios que ama la libertad de los hombres, que respeta su decisión y espera nuestra respuesta: Samuel (1Sam 3); Isaías (Is 6,1-8); Jeremías (Jr 1,4-10), María (Lc 1,26-38), y tantos más. Dios nos ha creado libres y nos quieres libres, pero libres de verdad, libres para amar: el amor y la verdad tienen que estar siempre unidas a la libertad. La verdadera libertad nos la da Cristo que es "camino, verdad y vida"(Jn 14,6).
Damos gracias a Dios por la visita del Papa Benedicto a España, por su peregrinación a Santiago de Compostella y la bendición de la iglesia Sagrada Familia de Barcelona, que esto dé un nuevo impulso a los católicos de la madre patria, para que con renovadas fuerzas sigan adelante en su fe.
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