Comienza una nueva semana santa, que nos va a introducir en los misterios más importantes de nuestra fe, en una época en que cada vez se pierde el sentido más profundo de aquello que celebramos. Por una parte el comercio capitalista que busca una oportunidad más para vender, en esta ocasión bombones de chocolate y promociones para "vacaciones de semana santa", otros aprovecharán de atacar una vez más a la Iglesia y la fe, mofandose de lo que muchos creemos.
Será, para quienes tengamos la oportunidad de celebrar, una semana llena de signos que nos recuerdan la fe en Jesucristo, que siendo rey da su vida por nosotros y resucita. Los ramos que agitaremos en alabanzas este domingo, y que serán bendecidos, son signo de nuestra confesión de Cristo como rey, y de nuestro compromiso de vivir los valores del reino de Dios.
El día Jueves Santo (en muchos lugares se hace los miércloes en la tarde) se bendecirán los óleos de enfermos y catecúmenos, y se consagra el santo Crisma, los sacerdotes renovaremos nuestras promesas sacerdotales ante nuestro Obispo, por la tarde del jueves en una celebración más recogida recordaderemos la institución de la Eucaristía y el orden sacerdotal, en la Misa que es conocida por el "lavado de los pies", signo de Jesús (Jn 13,1-11), que es repetido en todas las parroquias y capillas.
El Viernes Santo con los tradicionales Via Crucis, que recorren campos y ciudades, quieren recordarnos el sacrificio de Jesús por nosotros, y aunque para muchos queda una sensación de congoja y pena, en el Via Crucis está contenida la esperanza de una vida nueva. Por eso el Sábado en la noche, se celebra con gran alegría la Vigilia Pascual de la Resurrección de Cristo, que prolongamos al Domingo de Pascua y durante los cincuenta años del Tiempo Pascual, hasta la fiesta del Espíritu Santo: Pentecostés. Que esta Semana Santa sea una ocasión para renovar nuestra Confesión de Fe en Jesucristo como nuestro Señor y Salvador.
Buena reflexion...que el señor nos ayude a permanecer fieles a el...amen
ResponderEliminar