Los cristianos creemos en el Dios de
Jesucristo revelado en las Sagradas Escrituras, Este mes de Septiembre que
comenzamos, es en la Iglesia el mes de la Biblia (el 30 de septiembre se
celebra a san Jerónimo, traductor de la Biblia al latín). Por lo tanto es un
tiempo privilegiado para acercarnos a la Biblia.
La segunda lectura de este domingo está
tomada de la Carta del apóstol Santiago (St 1,17-18.22.27), que nos habla de
que todo lo bueno y perfecto es un don del Padre de los cielos. Hay una
invitación a recibir la Palabra de Dios
sembrada en nosotros, con docilidad. Es más, llama a poner en práctica la
Palabra y no sólo a oirla, de manera de no engañarnos. “La religiosidad pura y sin mancha delante de nuestro Dios, nuestro
Padre, consisite en ocuparse de los huérfanos y de las viudas cuando están
necesitados, y en no contaminarse con el mundo”.
Celebrar la Palabra de Dios consiste,
entonces, en leerla y oírla con atención y meditando lo que ella nos quiere
decir, especialmente la Palabra de Jesús en los evangelios, pero a su vez esta
escucha atenta de la Palabra nos debe mover necesariamente a la acción,
especialmente hacia los más necesitados. Todo aquello que rompe la armonía de
la comunidad, hace que la Palabra de Dios sucumba y no logre sus frutos en
nuestra vida.
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