La comunidad reunida en oración es condición primordial para la venida del Espíritu Santo en la fiesta de Pentecostés, según el relato de los Hechos de los Apóstoles (2,1-11). Le llega a cada uno, pero todos quedan llenos del Espíritu Santo. San Pablo a una de sus comunidades –Corinto- les habla de la importancia de la “unidad en la diversidad”: “ Hay diversidad de dones, pero todos proceden del mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un solo Señor; hay diversidad de actividades, pero es el mismo Dios el que realiza todo en todos” , y concluye afirmando: “ En cada uno, el Espíritu se manifiesta para el bien común ” (1Cor 12,4-7). Cuando Jesús, reunido con sus discípulos en la última Cena, les habla del cumplimiento de su misión, también les dice que les enviará otro “ Paráclito ” (palabra de origen griego, que significa defensor y consolador al mismo tiempo), que es el Espíritu Santo, y que él les recordará todo lo que aprendieron de Jesús y les...
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