La fe nos salva

 



EVANGELIO

Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 17, 11-19

Mientras se dirigía a Jerusalén, Jesús pasaba a través de Samaría y Galilea. Al entrar en un poblado, le salieron al encuentro diez leprosos, que se detuvieron a distancia y empezaron a gritarle: ¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!

Al verlos, Jesús les dijo: Vayan a presentarse a los sacerdotes. Y en el camino quedaron purificados.

Uno de ellos, al comprobar que estaba sanado, volvió atrás alabando a Dios en voz alta y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un samaritano.

Jesús le dijo entonces: ¿Cómo, no quedaron purificados los diez? Los otros nueve, ¿dónde están?  ¿Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero? Y agregó: Levántate y vete, tu fe te ha salvado.

Palabra del Señor

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Podemos preguntarnos hoy ¿de qué nos sirve la fe?. En los tiempos que corren, llenos de afanes y necesidades urgentes, la idea de la fe y especialmente la fe en Dios puede parecer distante e inutil. No sólo por el materialismo o el individualismo, sino que también por la grave crisis de esperanza que sufre el mundo en medio de guerras, injusticias y violencias.No en vano el Papa Francisco, quiso dejarnos para este año jubilar 2025, la esperanza como la virtud que nos debe mover en medio de las injusticias y desesperanzas del mundo actual.


El evangelio de este domingo (Lc 17, 11-19) nos relata que yendo de camino a Jerusalén, salen al encuentro de Jesús diez leprosos, que al verlo de lejos invocan la misericordia del Señor: “Jesús, maestro, ten compasión de nosotros”. Él los envia a presentarse a los sacerdotes del templo, esto quiere decir que los sanará de su enfermedad ya que es la normativa de Israel, en los casos de curación de un leproso, ir a presentarse al sacerdote para que este certifique la curación y pueda ser reintegrado a la convivencia civil y ritual. Efectivamente, mientras van de camino quedan purificados de su enfermedad, pero sólo uno vuelve donde Jesús agradecido, es un samaritano, un extranjero como eran considerados por los israelitas en los tiempos de Jesús. Este hombre vuelve alabando a Dios, y agradeciendo a Jesús y se postra delante de él.


Jesús pregunta por los otros nueve: ¿qué pasó con ellos?. Es posible que sanarán y que cumplieran con las normativas rituales, previstas en estos casos. Pero sólo el samaritano, entendió que para alabar a Dios, debe agradecer y reconocer a Jesús como su Señor y salvador. “Tu fe te ha salvado”, le dirá al final Jesús. Buscamos felicidad, reconocimiento, sanación, pero sólo la fe en Cristo nos dará la salvación. Esta es la enseñanza del evangelio de este domingo.

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