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La fe nos salva

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  EVANGELIO Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas  17, 11-19 Mientras se dirigía a Jerusalén, Jesús pasaba a través de Samaría y Galilea. Al entrar en un poblado, le salieron al encuentro diez leprosos, que se detuvieron a distancia y empezaron a gritarle:  “ ¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros! ” Al verlos, Jesús les dijo:  “ Vayan a presentarse a los sacerdotes ” . Y en el camino quedaron purificados. Uno de ellos, al comprobar que estaba sanado, volvió atrás alabando a Dios en voz alta y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un samaritano. Jesús le dijo entonces:  “ ¿Cómo, no quedaron purificados los diez? Los otros nueve, ¿dónde están?  ¿Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero? ”  Y agregó:  “ Levántate y vete, tu fe te ha salvado ” . Palabra del Señor -------------------------- Podemos preguntarn...

Dios y el dinero

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Estamos acostumbrados a escuchar en las noticias casos de corrupción, de fraudes y de sinverguenzuras, esto lastimosamente ya no es novedad y ya casi que no nos llama la atención. Esto provoca una cierta desafección a lo público en general y lo político en particular, esto especialmente en tiempos electorales como los que vivimos en Chile. Cada año en los Te Deum de fiestas patrias nuestros pastores volverán sobre este importante ítem, junto con otros también de gran relevancia. El evangelio de este domingo (Lc 16, 1-13) es el que corresponde a este domingo del tiempo ordinario litúrgico que celebramos, pero que nos coincide con las fiestas patrias de nuestro país. ¿De qué trata la parábola de este domingo?. Un hombre rico tenía un adminstrador que fue acusado de malgastar sus bienes, este señor entonces, decide despedirlo. Pero el administrador antes de irse piensa en lo que hará después, y decide realizar un último fraude, cambia los valores de las deudas de los clientes de su patrón...

Volver a Dios

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La parábola del hijo pródigo (Lc 15) nos presenta uno de los retratos más bellos del corazón de Dios. En el hijo menor descubrimos nuestras propias huidas y rebeldías. Como él, muchas veces buscamos la libertad lejos de la casa del Padre, pensando que la vida será más plena sin límites ni compromisos. Pero la experiencia nos enseña que, cuando se rompe la relación con Dios, todo se vacía, todo se pierde, y la supuesta libertad se convierte en esclavitud. El hijo menor toca fondo, pero en medio de su miseria recuerda que en casa del Padre había pan, y esa memoria es la chispa de su conversión: levantarse, volver y reconocer su pecado. El centro de la parábola, sin embargo, no es el hijo que se equivoca, sino el Padre que nunca se cansa de esperar. Cuando lo ve de lejos, corre a su encuentro, lo abraza y lo besa, como si el tiempo de distancia y de pecado no existiera. El Padre no lo recibe como siervo, sino que le devuelve la dignidad de hijo con vestido nuevo, sandalias y anillo. Lo qu...

La humildad

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+  Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas  14, 1. 7-14   Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola: “Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú, y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: “Déjale el sitio”, y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar. Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: “Amigo, acércate más”, y así quedarás bien delante de todos los invitados. Porque todo el que se eleva será humillado, y el que se humilla será elevado”. Después dijo al que lo había invitado: “Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni...

La puerta estrecha

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Una curiosa pregunta inicia el evangelio dominical (Lc 13, 22-30), la hace un personaje anónimo que le pregunta a Jesús: ¿es verdad que son pocos los que se salvan?. La inquietud de esta persona tiene relación a quienes y cuantos son los que obtendrán la vida eterna. Jesus no responde directamente a la pregunta, sino que hace un llamado al cómo hay que salvarse: “Esfuercense por entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán”. Nos hace pensar en la respuesta de Jesús al joven rico: ¿qué debo hacer para obtener la vida eterna?, cumple los mandamientos le responde Jesús, pero luego agrega:”vende todo lo que tienes y dalo a los pobres y después ven y sigueme”. Más que un derecho adquirido, tiene que ver con el cumplimiento generoso de los mandamientos de Dios, con el desapego de las cosas de este mundo y con el seguimiento del mismo Cristo. No basta ser parte de un pueblo, de una raza, de una religión o del mero cumplimiento de normas y pre...

Donde esta tu tesoro, está tu corazón

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  Lucas 12, 32-48 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos; "No temas, rebañito mío, porque tu Padre ha tenido a bien darte el Reino. Vendan sus bienes y den limosnas. Consíganse unas bolsas que no se destruyan y acumulen en el cielo un tesoro que no se acaba, allá donde no llega el ladrón, ni carcome la polilla. Porque donde está tu tesoro, ahí estará su corazón. Estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas. Sean semejantes a los criados que están esperando a que su Señor regrese de la boda, para abrirle en cuanto llegue y toque. Dichosos aquellos a quienes su Señor, al llegar, encuentre en vela. Yo les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar a la mesa y él mismo les servirá. Y si llega a media noche o a la madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos. Fíjense en esto: Si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. Pues también ustedes estén preparados,...

¿Qué hacer?

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“ Vanidad de vanidades, todo es vanidad”, esta frase del libro del Qoehelet (o Eclesiastés) texto bíblico que se propone como primera lectura en la liturgia dominical, no deja de parecer una visión pesimista de la vida, más aún cuando el autor del libro insiste un poco más adelante: “por que un hombre que ha trabajado con sabiduría, con ciencia y eficacia, tiene que dejar su parte a otro que no hizo ningún esfuerzo” Es por cierto una visión no muy positiva en relación a la vida y a la muerte. Sin embargo Jesús viene a darle un sentido distinto a esta disyuntiva de la vida. En el evangelio de este domingo (Lc 12, 13-21), un hombre le solicita a Jesús que sea juez con su hermano por una herencia, y Jesús le responde: “¿quien me ha hecho juez o árbitro entre ustedes?”. Tal vez no era una cuestión de dificil solución, pero Jesús no quiere quedarse con los temas circuntanciales, sino que ir al fondo de las cosas. Por eso a partir de este requerimiento, aprovecha de hacer su enseñanza sobre ...