sábado, 20 de marzo de 2021

Una Nueva Alianza




 

Hemos llegado al último domingo del tiempo de Cuaresma, y estamos ad portas de la Semana Santa. Hace un año en estos días la Diócesis de Valdivia, suspendía Misas presenciales ante la emergencia sanitaria que implicaba el coronavirus. Después de este largo año, los índices en nuestra región no son los mejores, razón por la cual las doce comunas de Los Ríos se encuentran en Cuarentena total (fase 1). Por eso que nuestro llamado es a respetar la Ley y ser responsables en el auto-cuidado y en la solidaridad con los demás, en especial con los más débiles. Es cierto que la presencialidad en la Eucaristía es importante para la vivencia de la fe, ya que es más que un simple rito, sino que es la presencia real de Jesús entre nosotros. Sin embargo, la situación actual debería más bien hacernos reflexionar justamente sobre cuan importante es la fe en nuestras vidas y que es lo que Dios nos está hablando en este tiempo.

El profeta Jeremías, en la primera lectura, proclama una Nueva Alianza que Dios hará con su pueblo, una Alianza que se establecerá en los corazones: “Yo seré su Dios, y ellos serán mi Pueblo-dice el Señor-“(Jer 31, 31-34). Tal vez este sea el tiempo que Dios quiere sellar con nosotros, su Pueblo y hacer una Nueva Alianza con nosotros. El no poder asistir regularmente a nuestros templos, no será más bien un tiempo de purificación interior para los cristianos. ¿No fue para el Pueblo de Dios, en el Antiguo Testamento, una desgracia la destrucción de su Templo y su posterior exilio?. Con cuanta alegría volvieron a reconstruir su Templo, después de esos años de destierro, y de haber abierto el corazón para que Dios hiciera su obra en ellos y lo pudieran conocer en “espíritu y verdad”.

Por su parte, en el evangelio de Juan (12, 20-33), Jesús declara que ha llegado su Hora, es decir su tiempo: el tiempo de Dios (Kairos), distinto al tiempo del mundo (Cronos). La Hora de Cristo es la de la Cruz, pero también de la Resurrección. Es la hora del triunfo de la Vida sobre la muerte, de la Luz por sobre las tinieblas. Es la Hora crucial en que el grano de trigo que cae en la tierra, con su muerte da mucho fruto. Seguir el camino de Jesús, es el camino de la Vida y de la Resurrección, pero sin olvidar la Pasión y la Cruz.



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